miércoles, 4 de mayo de 2011

“Mi inclinación por los textiles surge a los siete años”

Cuando nos apasionamos por algo, el tiempo y el espacio desaparecen, las emociones y las personas fortalecen nuestra pasión, muchas veces sin darse cuenta de que aquellos que parecieron golpes, fueron en realidad un impulso para creer en uno mismo y empezar un largo camino, lleno de satisfacciones y una que otra desilusión, pero que en el fondo dan lugar al compromiso y la voluntad.

De esta forma, nos fortalecemos como personas, las inseguridades pasan a segundo plano, el optimismo se hace nuestro aliado y el talento nuestra mejor arma, así sucedió con Alfredo Rojas Quevedo, creador de una nueva y única forma de tejido en el Perú, coleccionista desde adolescente y amante de la cultura Pukara, con los ojos ya cansados, pero con el corazón emocionado, nos habla del museo Alcra Pukara, un legado a la cultura puneña.

Hugo Guillermo Alfredo Rojas Quevedo, nació en el distrito de Santa Rosa, provincia de Melgar, el 10 de enero de 1959, hijo de Hugo Rojas Quispe y Carolina Quevedo Aldecoa, crece en la casa de su madre, su inclinación artística por los tejidos surge a los 7 años, en medio de la idiosincrasia de aquellos tiempos.

“Mi inclinación artística por los textiles, nace aproximadamente a los 7 años, un día mi madre me descubrió tejiendo, tenía miedo; sin embargo, mi madre me dijo que no me avergonzase por lo que hacía, mas debía cuidarme de que mi padre viese lo que hacía”.

Su talento se afianza con el trabajo que realizaba a escondidas, haciéndolos pasar como si fuesen de los trabajadores de la hacienda en la que creció. A los 20 años, buscando un mejor futuro se marcha a Puerto Maldonado, donde un trabajador le enseña el tejido en telar de cintura, a sus 21 años nace el trenzado, una técnica nueva y única, por la que fue condecorado por el Congreso de la República.

“Ya manejaba el tejido en telar de cintura, y el manejo del telar de cuatro estacas; pero quería sacar imágenes, entonces empiezo a realizar mis invenciones a los 21 años, hago un cuadro de mas o menos de 27 centímetros de ancho por 35 de largo y todo un éxito porque me salió bien y se fui a Francia”, dice recordando con alegría aquel momento, en el que aún no sabía que era creador de un nueva técnica de tejido.

“Continúo mi trabajo acompañado de mi esposa y mi hijo adoptivo, ya en Lima me condecoran como Maestro Regional 2001, desde ese momento, empiezo a dictar cursos en el Museo de Antropología en Pueblo Libre, en la bóveda hay mas de 35 mil mantos prehispánicos, pero ninguno iguala mi técnica”.
El arte de tejer, le ha brindado muchas satisfacciones, pero también es motivo de una leve ceguera, aunque no es impedimento para continuar tejiendo, “tengo 7 obras guardadas, otras 20 están en manos de grandes coleccionistas; a la fecha solo manejo el telar de cuatro pedales, por día tejo 3 a 4 chalinas”. Ya son 16 años, el tiempo que exporta sus tejidos al mundo.

EL MUSEO ALCRA PUKARA

El museo Alcra Pukara, es uno de los más importantes de la región, instalada en una casona colonial, cuenta con 9 salas, las mismas que muestran una secuencia ocupacional humana del altiplano, tenemos la capilla Achaco, la sala de Arqueología, la habitación Colonial, el cuarto del Torito Pukara, el Achaco, la Mesa Q´epi, la galería de inspiración artísticas y el taller de textiles Alcra Pukara.

“Empiezo a coleccionar desde que tenía 14 años, con el transcurrir de los años y la holgura económica, voy adquiriendo piezas de mayor valor, así surge el museo; En Cabanillas solo tenía una sala de exhibición, ahora es un museo que a pesar de que ocupa toda una manzana, no muestra toda la colección”.

Visitar un museo en las grandes ciudades, además de ser costoso, es un espacio frio; sin embargo, el museo de Alfredo Rojas Quevedo, contiene la energía de un mágico lugar, el misticismo de una cultura, que cae en el olvido sin miramientos, la Cultura Pukara.
“Contamos con mas de 5 mil piezas, algunas de las cuales datan desde hace más de 1200 años A.C.”, muestra orgulloso objetos arqueológicos que demuestran el proceso cultural del altiplano, del Titicaca, desde la Cultura Qaluyo hasta la época colonial. Existen espacios para rituales mágicos, que rinden pleitesía a la Pachamama.

Hugo Guillermo Alfredo Rojas Quevedo, nació hace 52 años, pero parece que hubiese vivido muchos más, y aunque posee muchos conocimientos, este hombre no se ha hecho soberbio, mas bien sonríe con nostalgia, a la pregunta de cual es su profesión, “yo he estado en la mejor universidad del mundo: la calle”, finaliza con una sonora carcajada.

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