miércoles, 4 de mayo de 2011

Devoción, fe y alegría en celebraciones por la Santísima Cruz de Mayo en Moho


Cuando parece que el sol se esconde, es cuando la música se hace más potente, suenan los pinquillos y los bombos, sonidos que juegan con los silbidos del viento, que se enreda en los eucaliptos, aquellos que han visto por generaciones crecer en su fe y devoción a un pueblo,  un lugar encantado por el mágico paisaje en medio de cerros inmensos y un celeste lago para algunos, Moho, para otros, “Jardín del Altiplano Puneño”.
Y es que la provincia de Moho, por estas fechas, se viste de gala por las celebraciones en Honor a la Santísima Cruz de Mayo, la música encandila al más recio y lo hace bailar con movimientos osados, alegres y cargados de una energía que surge del más profundo sentimiento, la fe.
Días previos al mes de mayo, e incluso mucho antes, los alferados, contratan a los sikuris, aquellos que deleitaran con sus nostálgicas notas a los espectadores y familiares, aquellos que llegan de diversas partes del país, asimismo coordinan la misa en la que unen sus vidas y reafirman su compromiso con la iglesia y finalmente, ven por la atención que se brindará a los invitados.
Mientras tanto, en las parcialidades, centros poblados y comunidades de la provincia, el ambiente es más alegre, los guías de los Awki Awkis, una danza que satiriza la realidad, ensayan con ahínco, mientras que la familia del danzante,  van ultimando los detalles para la buena presentación, aquella que exige ropa de bayeta, máscaras y zapatos hechos del cuero de oveja, joroba, inmensos sombreros adornados con inmensas plumas y daño un toque final, un bastón que se forma con las ramas de eucalipto.
Ya el 02 de mayo, vísperas de las celebraciones en honor a la Santísima Cruz de Mayo, por primera vez, la municipalidad provincial de Moho, organizó el I festival de Awki Awkis, en la que participaron siete agrupaciones, a las cuales se le calificó la presentación, indumentaria y jocosidad, coreografía, originalidad, música y la parada.
“Este es el primer festival de Awki Awkis 2011,  que se realiza con el objetivo de fortalecer la participación social, a fin de promover y conservar nuestra identidad cultural, cada grupo es premiado por su participación, y se continuará con el trabajo” manifiesta Fernando Peralta, relacionista público de la municipalidad provincial de Moho.
Dicho festival se dio en dos partes, la primera, en la explanada del estadio Benigno Olazabal, en la que los espectadores rieron con las alegres coreografías de los “Awkis”, así como en la plaza de armas de la ciudad, en la que reinaron las risas de un público que descansaba de sus pesares y preocupaciones.
Mientras que por un lado bailaban y reían, en la municipalidad más de 24 alferados, contraían matrimonio, requisito para que puedan pasar la fiesta de la Cruz de Mayo, cada pareja salía acompañada con los sikuris, mientras eran bañados con mixtura amarilla y arroz, por parte de los emocionados familiares. Por la noche, en el cielo se dibujaron imágenes que confundían a una nublada noche por el castillo de fuegos artificiales.
El día de ayer, principal para las celebraciones, la música se confundió con el cantar de los gallos que en vano trataban de superar a los sikuris; los alferados atendieron de la mejor forma a sus invitados, mientras ya se buscaba a los nuevos alferados para el 2012, año en el que nuevas personas asumirán un cargo, que no sólo es fiesta, sino un compromiso de fe, que marca un cambio de vida a nivel espiritual y social.
Nos despedimos con nostalgia de un pueblo que aunque pequeño muestra grandes avances, aquellos que según la población ha de servir para los jóvenes, su inclusión y crecimiento.

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