lunes, 2 de julio de 2012

Madre, máxima expresión de amor…
Ser madre, es la experiencia más hermosa, que una mujer pueda experimentar, y es que tener a un nuevo ser por el lapso de nueve meses en el vientre, sintiendo a cada momento cómo crece y empieza a conocer el mundo, es algo que no tiene grado de comparación. Una madre, nos brinda desde el primer momento, un hogar, en el que nadie nos acude mejor que ella, donde empezamos a sentir su voz, como un lejano eco que apacigua nuestros temores, que nos acaricia con dulzura apenas nos movemos, quizás incómodos y aburridos, y que se enfrenta a cualquiera que intentase hacernos daño, con la energía con la que se formó el mundo… Una vez en el mundo exterior, después horas de dolorosas contracciones, nacemos, triunfantes y temerosos, ¿quién más que una madre, para brindarnos su calor y protegernos en este mundo cansado y agobiante?, ella nos recibe, y no piensa en lo mal que se encuentra, tras una cesárea o un desgarro, solo nos abraza y mientras habla, por sus mejillas caen lágrimas que sólo piden a Dios, lo mejor para nosotros. Con lo efímero del tiempo, olvidamos que fue nuestra madre, la que nos acompañó en cada instante, para que no nos faltase nada, olvidándose de sí mismas, haciendo de todo, con tal de vernos sonreír, no hubo sacrificio por el que no pasase, ni humillación que no soportase, pero como la mente es frágil y el corazón mucho más, la ingratitud se vuelve en una constante. Tal es el caso de muchas de las madres, de la ciudad de Puno, aquellas que no recibieran una llamada, ni un regalo, muchos menos un abrazo, que bastaría para que ella perdone y olvide todos los desencuentros que pudieron existir. “No voy a festejar el Día de la Madre, porque mi hijo ya tiene su familia”, nos dice Bernardina Sánchez, una mujer que sonríe con nostalgia ante la pregunta, pero que se enorgullece de haber sacado adelante a su hijo, sola.Mientras vende tunas a un niño, muestra su malestar la actitud enervante de uno de los comerciantes del Jr. Juli de la ciudad de Puno que además de pedir dinero, intenta botarla del reducido espacio que ocupa. La misma situación se repite, con Eliana Pari, vendedora de verduras, perteneciente a la Asociación 15 de Mayo, que no festejará su día, porque debe estar vendiendo sus productos en la frontera, para que no le falte nada a su pequeño niño, “además mi esposo viaja a Cuzco” nos dice. Mariluz Quispe, deja de lado sus labores como ama de casa, y nos cuenta que aunque tenía planeado viajar para festejar el Día de la Madre, junto a su suegra, los planes resultaron truncos, por razones que desea obviar, ella es madre de una hermosa niña, que no pasa de los 6 meses. Pero como todo tiene su reverso, hay una cantidad de mujeres que si podrán festejarse como lo merecen, al lado de la familia, compartiendo quizá un apetitoso almuerzo, irónicamente preparado por ellas mismas, pero que agradecerá la familia, mientras entreganpresentes. “Yo me voy a Acora, a visitar a mi mamá, acostumbramos matar un cordero y compartirlo en familia y con las visitas”, nos dice cándida y sonriente, Verónica Arce, mientras ofrece las verduras al público, que se pierde al final de la calle. Miriam, su hija, se apresura a quitar el biberón de su primito, al que debe cuidar Verónica, no se queja, sabe que debe hacerlo con el mismo cariño con el que crió a su hija. “La madre tiene la responsabilidad de forjar ciudadanos con valores, que sepan respetar a su prójimo, para que exista una sociedad más justa… no aprendemos a ser madres, la vida nos enseña, el hecho de tener un ser en nuestras entrañas hace que nuestro instinto maternal se desarrolle”, nos diceBeliaQuiñones,coordinadora del Proyecto promoviendo estrategias sostenibles para incrementar el impacto en prevención y atención de la Violencia de género den la Región Puno, del Movimiento Manuela Ramos. “Un saludo muy especial a las madres de la Región, en especial a las que son jefas de hogar, que trabajan y se organizan por brindar una mejor calidad de vida a sus hijos”, finaliza Belia Quiñones, contándonos que si festejará el Día de la Madre. Una madre, como escribieron muchos, es un ángel enviado por Dios, que muchas veces no apreciamos, hasta que la perdemos… que el Día de la Madre, no solo sea un segundo domingo de Mayo, sino todo el año, porque ellas no dejan de serlo nunca.

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